Cuestionario realizado por el arquitecto Enric Miralles y publicado en el periódico La Vanguardia, el día 23 de junio de 2000.
Entrevista a los ganadores de los premios FAD 2000 de arquitectura y de interiorismo. Llàtzer Moix
ENRIC MIRALLES, autor de la rehabilitación de la casa de La Clota
La única arquitectura es la emocionante
Enric Miralles regresó a principios de esta semana de Estados Unidos, donde durante casi tres meses ha convalecido de una delicada operación quirúrgica. Dos días después de su llegada, en la noche del miércoles, obtenía el FAD 2000 de interiorismo por su rehabilitación de una casa en La Clota, en la zona de Vall d’Hebron, que realizó junto a Benedetta Tagliabue.
El arquitecto catalán –el de mayor proyección internacional de su generación– proseguirá ahora su recuperación cerca de Barcelona. El miércoles no asistió a la fiesta de entrega de los FAD. Pero ayer accedió a responder al siguiente cuestionario, remitido por fax.
–Creo que su relación con la casa de La Clota viene de antiguo.
–Sí. Fue en aquella casa donde dibujé mi proyecto de fin de carrera. Le hablo de una época en la que ese tipo de casas, cercanas al campo, todavía se usaban para guardar los aperos y las herramientas. En la casa vivían mis tíos y mis primos. Nunca consideré que fuera arquitectónicamente importante. Luego, mi primo quiso transformarla en arquitectura y me llamó. Él ha sido el impulsor de esta obra.
–¿Qué programa le pidió?
–Ninguno. El único objetivo de la transformación era conseguir el mejor sitio posible para vivir.
–¿Cómo se organizó para alcanzar este objetivo?
–En la ejecución de este proyecto nunca tuvimos in mente los términos normales de intervención. Simplemente, se trataba de la extensión de una casa en el vivir. En este caso no había que pedir responsabilidades a nadie por lo que se hacía, puesto que de lo único que se trataba era de inventar la mejor manera para vivir. Actuamos con plena libertad.
–Oriol Bohigas hablaba ayer de “la fantástica inteligencia caótica” que evidencia su obra. ¿Cómo describiría la inteligencia caótica?
–La inteligencia caótica podría tener relación con lo que comentábamos antes. Se trataba de usar las prioridades de un modo particular: empezando por lo que nos interesaba más, y no por un orden establecido. Fuimos hallando las soluciones a medida que el proyecto se iba haciendo. Fue un proceso entero.
–Algunos miembros del jurado, como Carrilho da Graça, Montero o Bohigas, calificaron la obra premiada de emocionante. ¿Qué es la arquitectura emocionante?
–Es la única arquitectura. La gracia de la arquitectura emocionante es que está en los ojos de la gente que la contempla. La arquitectura, por sí misma, no tiene capacidad para comunicar soluciones. Pero sí para transmitir emociones.
–¿Cómo vive su retorno a casa?
–Bien. Poco a poco. Y con muchas ganas de volver a la normalidad laboral.
La referencia bibliográfica es:
Moix, Llàtzer. Entrevista a los ganadores de los premios FAD 2000 de arquitectura y de interiorismo. Barcelona. Periódico La Vanguardia, Cultura, 23 junio 2000 pág. 49
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Fotografías: Rafael Vargas y Revista Domus
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